La identificación de variaciones cerebrales puede ayudar a los médicos a predecir qué pacientes responderán a un procedimiento neuroquirúrgico para tratar el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) que no responde a medicamentos o terapias cognitivo-conductuales, según un informe publicado por Psiquiatría JAMA.
El TOC es un trastorno debilitante que se caracteriza por comportamientos intencionales repetitivos y pensamientos intrusivos. Alrededor del 10 al 20 por ciento de los pacientes tienen TOC refractario, que no responde a la medicación o la terapia para lograr el alivio de los síntomas y, por lo tanto, los pacientes pueden ser candidatos para el tratamiento quirúrgico. La cingulotomía anterior dorsal es un procedimiento de este tipo e implica lesionar (causar daño) una región del cerebro que se cree que juega un papel en la red neuronal que causa el TOC, según los antecedentes del estudio.