Durante un estudio publicado en JAMA Network Open, los investigadores encontraron asociaciones entre los trastornos del espectro autista (TEA) y la depresión en adultos jóvenes, particularmente en pacientes sin discapacidad intelectual. Los investigadores buscaron examinar esta asociación para determinar si la depresión tenía una base familiar en esta población y si la asociación difiere con la discapacidad intelectual concurrente.
El estudio de cohorte basado en la población incluyó una comparación anidada completa y de medio hermano y examinó a 223,842 individuos, y los participantes más viejos alcanzaron los 27 años. De estos individuos, 4073 tenían un diagnóstico de TEA. Los participantes diagnosticados con TEA se clasificaron en aquellos con discapacidades intelectuales y aquellos sin ellos.
El estudio encontró que entre las edades de 18 y 27 años, el 19.8% de las personas diagnosticadas con TEA habían sido diagnosticadas con depresión, en comparación con el 6% de la población sin TEA (riesgo relativo ajustado [RR] 3,64; 95%, IC 3,41-3,88). Al considerar la presencia de discapacidad intelectual, el 24.1% de las personas sin discapacidad intelectual habían sido diagnosticadas como deprimidas (RR ajustado 4.28; IC del 95%, 4.00-4.58), en comparación con el 9.1% entre las personas sin TEA (RR ajustado 1.81; IC 95%, 1.51-2.17). El total (RR ajustado 1.37; IC 95%, 1.23-1.53) y medio hermanos (RR ajustado 1.42; IC 95%, 1.23-1.64) sin TEA también tuvieron un mayor riesgo de depresión. Los hallazgos están en línea con los estudios que han encontrado resultados similares entre pacientes con TEA, pero este estudio es el primero en examinar los datos contra los grupos de comparación. El riesgo de que las personas con TEA reciban un diagnóstico de depresión fue más del doble que el de los hermanos completos que no tienen autismo (odds ratio ajustado 2.50; IC 95%, 1.91-3.27)
Los resultados del estudio parecen sugerir que, dada la mayor presencia de depresión entre hermanos de individuos con TEA, parece evidente una mayor vulnerabilidad genética, pero los hermanos de niños con TEA pueden ser propensos a enfermedades psiquiátricas debido a otros mecanismos. Además, la falta de discapacidad intelectual entre las personas con TEA y depresión podría sugerir un mayor funcionamiento cognitivo que puede conducir a una mayor conciencia sobre los desafíos de ser diferente.
Las limitaciones del estudio incluyen la falta de datos sobre la depresión no diagnosticada y la falta de datos sobre la gravedad de los síntomas depresivos. Los medios de recopilación de datos también podrían conducir a una clasificación errónea de los diagnósticos.
Los investigadores concluyen que los datos sugieren vías ambientales comunes entre TEA y depresión y enfatizan la necesidad de más investigación para comprender las asociaciones presentes. Una comprensión más completa de las asociaciones entre los TEA y la depresión podría ayudar en el desarrollo de nuevas estrategias e intervenciones preventivas.
Referencia
Rai D, Heuvelman H, Dalman C, y col. Asociación entre trastornos del espectro autista con o sin discapacidad intelectual y depresión en la edad adulta. [published online August 31, 2018]. JAMA Netw Open. doi: 10.1001 / jamanetworkopen.2018.1465