La inflamación y la aterosclerosis son dos factores de riesgo bien conocidos para el desarrollo de varias afecciones psiquiátricas. Aunque la aspirina tiene propiedades antiinflamatorias y antiateroscleróticas, las cuales podrían hacer que el agente sea ideal para el tratamiento de la depresión, la relación entre el uso de la aspirina y la depresión no está clara.
En el International Journal of Geriatric Psychiatry se publicó un análisis de los datos de la Osteoarthritis Initiative, un estudio de cohorte longitudinal multicéntrico de 8 años de adultos que viven en la comunidad. El estudio evaluó la asociación entre el uso basal de aspirina y los síntomas depresivos incidentes. Un total de 137 usuarios de aspirina (edad media, 65 años; 55.5% mujeres) se compararon con 4003 individuos que no tomaron aspirina. El uso de aspirina en los últimos 30 días se evaluó mediante un cuestionario de autoinforme y fue validado por un entrevistador capacitado.
En general, los 137 participantes que tomaron aspirina eran significativamente mayores (P <.0001), menos activos físicamente (P = .002), más ricos (P = .03) y más propensos a ser fumadores actuales o anteriores (P = .002) en comparación con los 4003 no usuarios.
No se observaron diferencias significativas en las puntuaciones del Centro de Estudios Epidemiológicos-Depresión (CES-D) entre los usuarios de aspirina (4,6 puntos) y los no usuarios (4,8 puntos) al inicio del estudio (P = 0,65). En la escala CES-D, el rango de puntajes posibles es de 0 a 60, con puntajes más altos que indican síntomas más depresivos.
Después de una mediana de 8 años, 967 participantes (23.4% de la población inicial) desarrollaron síntomas depresivos. La tasa de incidencia global de síntomas depresivos fue de 39 eventos por 1000 años-persona (IC 95%, 36-41). A los 8 años de seguimiento, la incidencia de síntomas depresivos fue similar en los usuarios de aspirina al inicio frente a los no usuarios (tasa de incidencia, 43 frente a 38, respectivamente; IC del 95%, 3-60 frente a 36-41, respectivamente; log-rank prueba P = .63).
Los investigadores concluyeron que el uso de aspirina no ofrecía una protección significativa contra el desarrollo de síntomas depresivos. Los futuros estudios aleatorizados y controlados están garantizados para investigar los beneficios potenciales de la aspirina en un subgrupo de pacientes con depresión y altos niveles de inflamación.
Referencia
Veronese N, Koyanagi A, Stubbs B, et al. Aspirina y síntomas depresivos incidentes: un estudio de cohorte longitudinal durante 8 años [published online August 6, 2017]. Int J Geriatr Psychiatry. doi: 10.1002 / gps.4767