Muchos teléfonos inteligentes usan sensores de movimiento para ofrecer a los usuarios comentarios sobre su estado físico y salud, pero una nueva generación de aplicaciones actualmente en desarrollo en los EE. UU. También podría diagnosticar problemas de salud mental al analizar los patrones de habla y la actividad social de las personas.
La investigación publicada por última vez por científicos de la Universidad de Maryland encontró que los patrones vocales de los pacientes cambian a medida que empeoran los sentimientos de depresión, y que el software podría usarse para realizar un diagnóstico aproximado, en lugar de depender únicamente de los problemas de autoinforme de las personas. La acústica principal Carol Espy-Wilson y su equipo analizaron los datos de un estudio de 2007 y descubrieron que los pacientes en su punto más bajo tendían a tener un habla más lenta y respirando con un mayor «temblor» y «brillo», variaciones en el tono y el volumen respectivamente.
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Del independiente
