Investigaciones emergentes sugieren que la sertralina, un antidepresivo inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina (ISRS), puede cambiar las estructuras cerebrales en individuos deprimidos y no deprimidos de diferentes maneras.
Investigadores del Centro Médico Bautista Wake Forest estudiaron primates no humanos con estructuras cerebrales y funciones similares a las de los humanos.
Descubrieron que la sertralina, comercializada como Zoloft, aumentó significativamente el volumen de una región del cerebro en sujetos deprimidos, pero disminuyó el volumen de dos áreas del cerebro en sujetos no deprimidos. En el estudio, 41 monas hembras de mediana edad fueron alimentadas con una dieta formulada para replicar la que normalmente consumen muchos estadounidenses durante 18 meses, tiempo durante el cual se registró el comportamiento depresivo en los animales.
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De Psych Central